¿Te muerdes las uñas? Mira como afecta eso a tus dientes

Morderse las uñas hace que los dientes choquen unos contra otros, y como consecuencia de ello, pueden acabar ocurriendo pequeñas grietas y roturas en el esmalte que en algunos casos provocarían sensibilidad dental. Esto es más probable que suceda si además de morderse las uñas existe un problema de bruxismo, porque el desgaste en esos casos es continuado y puede terminar ocasionando un deterioro considerable.

Conoce cómo afecta morderse las uñas a la salud bucodental y algunas soluciones para evitar este hábito perjudicial.

Morderse las uñas es una costumbre bastante extendida que, además, resulta bastante difícil de erradicar. Y el motivo de intentar evitarlo no se debe únicamente a razones estéticas, sino también porque tiene consecuencias para la salud dental.

La principal razón que empuja a alguien a adquirir este hábito es la ansiedad. Al morderse las uñas, la persona que sufre esa ansiedad trata de desahogarse y darle salida, lo cual no sería demasiado problemático si ocurriese de forma ocasional, pero lo normal es que una vez iniciada esta práctica ya no se abandone a no ser que haya un serio propósito por parte de la persona afectada.

De hecho lo que se conoce como onicofagia (el hábito de morderse las uñas de forma compulsiva) suele iniciarse en la niñez y extenderse hasta la vida adulta, por lo que los daños a la salud bucodental pueden ser mayores al extenderse este comportamiento a lo largo del tiempo.

Cómo afecta la onicofagia a la salud bucodental
El impacto que tiene la onicofagia en la salud dental puede ser diferente en cada caso, pero los problemas más comunes que se presentan son los siguientes:

Desgaste del esmalte

Morderse las uñas hace que los dientes choquen unos contra otros, y como consecuencia de ello, pueden acabar ocurriendo pequeñas grietas y roturas en el esmalte que en algunos casos provocarían sensibilidad dental. Esto es más probable que suceda si además de morderse las uñas existe un problema de bruxismo, porque el desgaste en esos casos es continuado y puede terminar ocasionando un deterioro considerable.

Caries

Las uñas recogen gran cantidad de bacterias, que se dispersan en la boca tras el acto de morderse las uñas. Las bacterias son el origen de las caries, por lo que si no se lleva a cabo una escrupulosa higiene dental es posible que las caries hagan su aparición antes o después.

Infecciones y mal aliento

Estas mismas bacterias pueden dar lugar a otros problemas dentales, como infecciones o halitosis, que están estrechamente relacionadas entre sí.

Alteración de la articulación temporomandibular

Teniendo en cuenta que esta costumbre de morderse las uñas suele iniciarse en edad infantil, cuando los huesos no están totalmente desarrollados y que suele alargarse durante muchos años, no es extraño que puedan aparecer alteraciones en la mandíbula como consecuencia de la fuerza ejercida con esta a la hora de morder las uñas.

Soluciones para evitarla


Una vez instaurado este hábito, su eliminación es bastante problemática. Y esto es así porque generalmente quien se muerde las uñas lo hace de forma inconsciente, no percatándose de ello, por lo que difícilmente puede ponerle remedio.

En los niños pequeños suelen aplicarse esmaltes con un sabor muy desagradable para que este acto deje de pasarles desapercibido, pero no siempre funcionan como se espera, porque el niño incluso acaba por acostumbrarse.

Aunque la visita al odontólogo es una buena recomendación de cara a detectar problemas bucales asociados a la onicofagia, quizás la mejor solución sea atacar la raíz de este comportamiento y dotar a la persona de herramientas psicológicas que le permitan lidiar con la ansiedad de forma menos perjudicial.

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